La Leyenda del Conejo de Jade …Y el Año Nuevo Chino
La mitología china nos ofrece numerosos relatos fantásticos, fuertemente asociados a la filosofía taoísta o budista, entre otras. Las leyendas narradas son compartidas más allá de lo que hoy conocemos como fronteras, mediante la interpretación de hábitos y actitudes destacadas en la naturaleza esencial de los animales, mostrando en su mensaje valores basados en la moralidad humana. Como gesto al próximo Año Nuevo Chino quiero compartir esta simpática historia tradicional que curiosamente es muy común en diferentes partes del mundo distantes entre sí, geográfica y temporalmente.
La Leyenda del Conejo de Jade
El Emperador de Jade, disfrazado de humilde anciano se acercó a mendigar comida a un mono, una nutria, un chacal y un conejo. El mono le ofreció frutas, la nutria unos peces del río y el chacal un lagarto. Como el conejo sólo pudo reunir un poco de hierba decidió sacrificar su propio cuerpo al fuego preparado por aquel Dios taoísta encubierto, pero el animal no se quemó. El Gobernador de los Cielos mostró de pronto su verdadera imagen y conmovido por la generosidad del conejo lo envió al Palacio de la Luna para que se convirtiera en el Conejo de Jade Inmortal.
Se dice que si miras la Luna, podrás ver la silueta del Conejo de Jade en su labor, moliendo hierbas medicinales con su mortero mágico, símbolo de altruismo, devoción y sacrificio. Es por eso es que se encuentra en este lejano astro, para que sin importar en qué lugar de la Tierra estemos, siempre tengamos su ética de rectitud y sacrificio a la cual admirar.