El auténtico QiGong lo practican en las Residencias
- marzo 21, 2020
- Publicado por: Yùyán
- Categoría: Yùyán Alegorías ChiKung Medicina China Talleres - RSC
Aquél día, tras una semana del confinamiento por la pandemia del Covid-19, entre otros recibo un comunicado muy especial y que considero de interés compartir:
E.M.: Buenos días Francisco, ¿Cómo estás? Gracias por compartir sabiduría y amor. Lo necesitamos siempre y en estos momentos más. Dadas las instrucciones de confinamiento nuestros abuelos se encuentran recluidos en las plantas donde viven y no pueden salir. Intento hacer QiGong con ellos, recuerdo muchísimo lo vivido y aprendido contigo en O., y a mi manera vamos haciendo las secuencias. No tenemos internet, ni wifi en las plantas y no podemos disfrutar de los recursos que a través estos medios nos ofrecéis pero aplicamos creatividad, conocimientos y sobre todo muchas ganas.
Francisco Sánchez: “Buenos días E., Estoy seguro de que lo estás haciendo de la forma más adecuada, utilizando estos tres factores siempre indispensables: creatividad, conocimientos … y amor. En esta situación es lo que ha de prevalecer. Espero que el documento que te he hice llegar te ayude, pero respecto al QiGong, ellos más que nadie recibirán el estímulo que emana de tu espíritu, más que de los conocimientos como tal. QiGong es justo lo que haces ahora, ya que trabajar la energía solo puede hacerse desde la intención, la sinceridad y el Amor. Esto es realmente “mover el Qi”, algo que muchos instructores experimentados podemos tener dificultad en conseguirlo. Estoy feliz de que tu estés con ellos. No dudes en seguir consultándome.
E.M.: Lo haré Francisco. ¿Nos podrías escribir unas palabras para ellos? Hemos iniciado una actividad de escribir cartas a los familiares y amigos, lo necesitamos. M. R., la abuelita que sale en la foto todavía recuerda aquella entrañable vivencia que compartiste con nosotros.
Francisco Sánchez: “Hola a todas y a todos, espero que me recordéis, soy el chico del TaiChí. Yo os recuerdo como aquel día de Primavera que pasé rodeado de un montón de flores.Os recuerdo de una forma muy especial y me gustaría hoy explicarlo.
Sé que os sentisteis muy bien porque yo me sentí muy bien, porque cuando algo se hace con Amor esto se sabe. Lo sé muy bien cuando estoy con niños porque ellos son puros. Me cuesta algo más cuando son más adultos, porque tienen dudas y esto también se siente. Pero vuelvo a tenerlo muchísimo más claro, cuando estoy con personas mayores, sabias y entrañables como vosotras, sintiendo la misma sensación que transmite una ventana abierta que permite entrar aire fresco y la misma conexión que dos jóvenes enamorados que no miran hacia al pasado ni hacia el futuro, fundiéndose en un momento sin tiempo y en lugar sin espacio. Eso es lo que sentí aquí y sigo sintiendo cuando lo recuerdo.
Quiero animaros a recordarlo con una sencilla respiración, ya que el aire que respiramos es portador de ese recuerdo, en TaiChí le llamamos transmisión. Me gustaría que ahora mismo levantarais con suavidad los brazos, -como lo hacen los enfermeros-, y con una tranquila respiración los dejáis caer lentamente; yo también estoy haciendo lo mismo en este momento y esto significa hacerlo juntos, conectando sin espacio ni tiempo.
Os animo también a seguir las indicaciones de E. y el resto de enfermeros para ejercitar vuestra salud tanto física como mental, estáis en muy buenas manos y sobre todo, en muy buenos corazones.
Por último querría dejar en estas palabras impresa mi promesa de volver a visitaros cuando esta situación haya pasado muy pronto, deseo que en esta nueva Primavera, en la que volveremos a tener un campo lleno de bellas flores.”
Salud,