Hexagrama 46 y el Proyecto

Cuando interpretamos el I Ching es esencial que nuestro entendimiento se eleve por encima del nivel convencional, lo cual requiere la ayuda de El Sabio. El Sabio es él, ella o aquello que habla a través del I Ching y es sinónimo del cielo, del cosmos, el maestro, el que ayuda o los mismos Ayudantes. Algunos maestros dicen que el I Ching no es para todo el mundo, pero lo cierto es que puede ser válido para cualquiera que tenga una mente abierta y sea receptivo a él.
Cabe decir respecto a los Hexagramas, que aunque en algunos casos nos indiquen sobre algún momento o futuro, la mayoría de las líneas se refieren al ahora o a si el estado mental nos hará progresar o nos llevará al estancamiento o retroceso. El I Ching, como el resto de Oráculos, nos ofrece un método y nos aporta ciertas piezas de un rompecabezas, pero el objetivo es fluir y servirnos de nuestra intuición en pro del buen Camino y evolución, ya que no debemos reconocer nunca el mensaje de estos pronósticos como si nuestra vida fuese un manuscrito previamente redactado.
Tiré mis tres monedas al azar, y conformaron dos Trigramas. El inferior Sun, lo suave, el viento. El superior K’un, lo receptivo, la tierra. Este hexagrama se relaciona con el crecimiento inmediato, ayudando a crecer al entorno relacionado con nosotros en los inicios. Si nos mantenemos tolerantes y alerta, el avance es imparable y con determinación. No olvidemos la guía de El Sabio, siempre nuestro maestro. Al avanzar con humildad y consciencia, el poder del cosmos beneficia y da luz a nuestro Camino.
Dejaremos para más adelante la interpretación concreta de mis líneas mutantes, aquellas en las que todas las monedas salieron en la misma posición, pero cambié además estas líneas por sus opuestas, construyendo un nuevo Hexagrama que aportó más Luz al Oráculo.
En cualquiera de los casos, ya disponía de un hermoso gráfico para el dorso de mi Tarjeta de Presentación, donde mis pretensiones quedaban expuestas para todo aquél que viera en lugar de mirar.