La alineación corporal en el Tài Jí Quán Nèigōng 太極拳 內功, práctica interna de TaiChi que estudiamos en nuestra Escuela, es fundamental para conectar el cuerpo, la mente y la Energía Qì气. Esta alineación busca un equilibrio dinámico que facilite la circulación de Energía y optimice la estabilidad física y mental del practicante. Como veremos, irá mucho más allá de una imprescindible reeducación postural.
Alineación Corporal
1. Estructura Vertical
El cuerpo debe estar erguido, como si estuviera suspendido de un hilo desde la coronilla (Bǎi Huì 百会). Esto permite la libre circulación de Energía por la columna vertebral.
2. Relajación Activa
Los músculos se relajan, pero mantienen una sutil tensión que sostiene la postura. Los hombros, el pecho y las caderas deben estar relajados para evitar bloqueos de Qì.
3. Raíz y Enraizamiento
El peso se distribuye correctamente sobre los pies, permitiendo un enraizamiento sólido en la Tierra, esencial para el equilibrio y la estabilidad.
Relación con los Trigramas Cielo y Tierra. Qián 乾 y Kūn 坤
Los trigramas Qián 乾 (Cielo) y Kūn 坤 (Tierra), provenientes del Yì Jīng (I Ching 易經 o Libro de las Mutaciones), representan principios cosmológicos que también se manifiestan en el cuerpo durante la práctica.
Qián 乾 (Cielo)
Representa el Yang 阳, la fuerza expansiva y creativa. En el cuerpo, se asocia con la parte superior (cabeza y columna), simbolizando la conexión con lo etéreo y lo elevado. La cabeza debe estar alineada hacia el cielo, permitiendo que el Qì ascienda.
Kūn 坤 (Tierra)
Representa el Yin 阴, lo receptivo y lo nutritivo. Se asocia con la parte inferior del cuerpo (piernas y pies), que debe estar sólidamente enraizada en la Tierra. El Qì desciende hacia las piernas, generando estabilidad y absorbiendo energía terrestre.
Integración en la Práctica
La correcta alineación permite que el cuerpo actúe como catalizador, como un canal entre el Cielo (Qián) y la Tierra (Kūn). El Qì fluye desde el Cielo a través de la coronilla, descendiendo por la columna hasta los pies y, al mismo tiempo, desde la Tierra, ascendiendo para nutrir el cuerpo.
El equilibrio entre estas dos fuerzas Yin y Yang, facilitado por la alineación corporal, es lo que genera la armonía interna necesaria para la práctica efectiva del Tài Jí Quán Nèigōng.
La alineación corporal, como vemos, no solo mejora la práctica física, sino que también conecta los principios energéticos de los Trigramas Cielo y Tierra, simbolizando la unión entre lo celestial y lo terrenal en el Ser Humano.
Es importante destacar que la alineación y la conexión con el Cielo y la Tierra se vivencian en todo momento, desde la posición primigenia de Wu Ji y durante todo el movimiento en el Tao Lu, es decir durante la tendencia a la verticalidad en el Camino de la Forma al practicar el Tài Jí Quán Nèigōng.