TaiChí con Abanico. Armas vs Herramientas
- noviembre 27, 2022
- Publicado por: Yùyán
- Categoría: TaiChi Chuan

Cada vez más conocido y practicado, el TaiChí o TaiJi Quan es en numerosas ocasiones atracción para los practicantes de Artes Marciales, sobre todo al intuir el poder de sus fundamentos sobre la potencia que pueden generar sus movimientos aplicados a las disciplinas externas, como ocurre en el Kung Fu o Gong Fu.
Si a esto le añadimos la práctica con lo que en el convulso pasado fueron puras armas, la atracción aumenta. Lo que pocos conocen es que el enemigo más peligroso para el TaiChí Chuan o TaiJi Quan (traduciendo Quan como mano vacía) se encuentra en nuestro interior, entre otros, la intranquilidad o la impaciencia y consecuente inconsciencia en la evolución del movimiento, por lo que además de su práctica meditativa en ocasiones recurrimos a lo que un día fueron armas (espada, sable, lanza,…) o también bajo la denominación de instrumentos o herramientas, muchas ornamentales y que llegaron a esconder peligrosos elementos de defensa, como la vara, el abanico e incluso el inofensivo paraguas; pero para el estudio de la disciplina del TaiChí son eso mismo, herramientas que procuran la reconducción de esa potencia interna para mejorar nuestra conciencia, incentivando el equilibrio y la atención plena en nuestros movimientos.
Bajo los fundamentos del TaiChí
Dominar estas herramientas o armas no ha sido tarea fácil para ningún Arte Marcial, ya que más allá de sostenerlas o movernos con rapidez, en ellas como en el TaiChí encontramos unas premisas o fundamentos singulares y específicos para la ejecución.
Cuando nos iniciamos en el manejo de un arma apreciamos que movernos en el TaiChí no solamente es realizarlo de forma lenta y pausada, sino que debemos extrapolar lo aprendido con las manos vacías (TaiChí Chuan) a situaciones diversas, reconociendo en los giros, cambios o explosiones de energía la conciencia en el dinamismo y el constante equilibrio entre el par de fuerzas o Yin Yang.
El TaiChí se trata de una disciplina con carácter meditativo que procura el bienestar general mediante la reproducción de secuencias de movimientos pausados con los que conseguimos una singular atención y mejora en la reconducción postural, la motricidad, el equilibrio y la concentración, entre otros múltiples aspectos de la biomecánica sincronizados a un método interno de introspección y conciencia. Utiliza además como vehículo transmisor la respiración, así como la actitud interna y reflexión sobre la manifestación de las Fuerzas de la Naturaleza que fundamenta la práctica taoísta. No debemos olvidar que con la incorporación de una herramienta como por ejemplo el Abanico, si la integramos de forma adecuada deberá vivenciarse de la misma forma.
Armas del TaiChí. Herramientas de estudio
Para ser exactos, el abanico o Shan no se trata de un arma originaria del TaiChí, pero reconociéndose como una poderosa herramienta por diversos Maestros se incorporó posteriormente proporcionando reconocidos beneficios, además de simular como en el resto de armas, las fabulosas defensas y ataques que proporcionan estos elementos en las denominadas artes marciales externas.
Así, las cuatro modalidades principales de armas en la práctica del TaiChí son: TaiChí Jian, haciendo mención al uso de la espada, TaiChí Dao para el sable, TaiChí Qiang para la lanza y TaiChí Gun para la vara larga.
El resto, como ahora el TaiChí con abanico o Shan, aunque no se correspondan a armas originarias del TaiChí, están reconocidas como enriquecedoras herramientas que se incorporaron posteriormente, como ocurre con la Vara-Látigo o TaiChí Bian Gan, la Alabarda o TaiChí Guan Dao, …y otras que nos permiten observar estratégicas e interesantes perspectivas de mejora y autobservación.
TaiChí Shan. El Abanico del TaiChí
El Abanico plegable es realmente un invento japonés que se introdujo en China hacia el Siglo XI a través de Corea, e introducido posteriormente en Europa por Misioneros Jesuitas, hacia el Siglo XV. Era un elemento utilizado tanto por hombres como por mujeres, que en ocasiones portaban escondido en la cintura para diversos usos además de para darse aire, como expresarse con énfasis en diálogos y en ocasiones… defenderse con destreza.
El Abanico que utilizamos en la práctica de TaiChí, generalmente está elaborado con un cuadro ligero de tiras de bambú de entre 35 a 40cm, cubierto con tela decorada con motivos orientales diversos. Suelen estar disponibles para personas diestras y zurdas, aunque en el entrenamiento correcto de atención en la motricidad y conciencia corporal esto no deberá ser importante y deberemos ser capaces de realizar los ejercicios de forma simétrica, como ocurre en la práctica de las secuencias establecidas con Abanico doble.
En las Formas o Tao Lu se combina los movimientos lentos y suaves con otros sutilmente más dinámicos o ligeros, en los que se ejecutan las apertura y cierres de forma explosiva pero sin excedernos en las pautas y fundamentos del estilo Yang, suave y con movimientos amplios y circulares.
En los desplazamientos se incorporan pasos cruzados o giros de aparente complejidad, pero que en la instrucción y tras reconocer el desplazamiento de nuestro propio centro adquieren claridad y facilidad en su ejecución.
La realización de estas Formas o secuencias en grupo poseen una gran vistosidad y transmisión del Arte Interno en las demostraciones de TaiChí, ya que la plasticidad de sus movimientos, junto a los colores y explosión sonora en el cierre y apertura es de gran impacto para el espectador.
En su estudio, observamos con claridad diferentes formas de abrir o cerrar esta herramienta, realizando la simulación de pinchazos o cortes con las chuchillas que estos abanicos disponían escondidas entre sus varillas. Estos ataques o defensas mediante despistes se realizan con movimientos circulares sincronizados al desplazamiento de nuestro peso, enfatizando la apertura o cierre final con el movimiento espiral de nuestra cintura y nuestras muñecas, similar al estilo Chen.
La secuencia: Forma TaiJi Shan de 18 movimientos Yang
Esta secuencia moderna fue creada por la Maestra Yang Li, catedrática en la Universidad de Educación Física de Beijing y seleccionada en 1975 para promocionar y representar el WuShu o Artes Marciales chinas en Occidente.
El TaiJi Shan manifiesta la energía Yin del Agua, requiriendo una especial atención en la armonía y equilibrio que nos ofrece esta Forma del estilo Yang.
Esta encadenación que trabajamos en la Escuela Yùyán comprende 18 movimientos que adquieren nombres de carácter tan místico como metafóricos: Llevar la Luna en los brazos, El viento mece al sauce llorón, El Dragón Mágico gira la cabeza o El viento dispersa los Pétalos de Loto, pero lo que no debemos olvidar en todo momento es el despliegue sincronizado de nuestros brazos desde DanTian o el Centro de nuestro Ser hacia el foco donde proyectamos nuestra intención o Qi, todo en armonía con el traslado de nuestro peso en cada avance sobre el paso adecuado.
A continuación un extracto de esta práctica en el IX Aniversario de nuestra Escuela.