Siento comunicar… que el TaiChí no es inocuo
- mayo 8, 2023
- Publicado por: Yùyán
- Categoría: ChiKung TaiChi Chuan Yùyán
Gracias a las herramientas de búsqueda por Internet podemos conocer con gran facilidad los maravillosos beneficios que nos aporta la exótica práctica del TaiChí (TaiJi Quan) y en la mayoría de los casos con el ánimo de atraer a quienes buscan la calma, la paz, el equilibrio espiritual, etc…
Su carácter lento y visualmente placentero es de gran atractivo sobre todo para quienes deben adaptar su actividad física debido a algún tipo de limitación física o mental, llegando a ser prescrito cada vez más por profesionales sanitarios.
Tras esta breve introducción detallaré algo más sobre este importante error.
Creer que el TaiChí es inocuo
Cada vez más me encuentro con personas que se acercan a nuestro centro en Terrassa solicitando información sobre las sesiones que realizamos, en ocasiones alegando que “parece fácil”, en ocasiones ante la desidia para realizar muchos esfuerzos, pero no es para ellos a quien va dirigido este artículo sino para los que acuden bajo la prescripción de médicos especialistas que recomiendan una actividad física adaptada a sus limitaciones.
En buena parte es grato saber del reconocimiento por parte de nuestro sistema sanitario, pero me temo que aún deberían ampliar información sobre “las contraindicaciones” de este tipo de recetas.
Es probable y me consta, que muchos de ellos se refieren más bien a la práctica de QiGong, o en cualquier caso a un estilo de TaiChí de carácter sencillo o “digerible”, además de sabia y estratégicamente adaptado por el monitor que lo realice. Todos conocen o creen conocer los riesgos y beneficios que contempla la práctica del fútbol, la natación o la escalada, pero con los debidos respetos pocos Doctores en Medicina conocen la posibilidad de los riesgos o incompatibilidades de la práctica del TaiChi Chuan.
Sobre la distinción entre QiGong, TaiChí o TaiChi Chuan y sus diferentes estilos o Escuelas ya hablamos extensamente en los apartados correspondientes de nuestra página web, pero lo más recomendable sería que el interesado o interesada acudiera directamente a la fuente y preguntar a la Escuela por la que mostramos interés qué tipo de actividad física específica realiza, de qué forma, con qué finalidad, así como la opinión profesional del responsable sobre si lo considera conveniente una vez supervise nuestro perfil clínico.
Además el profesor, al margen de los comentarios verbales que pueda recibir, debería conocer de forma documentada el cuadro clínico aportado por el especialista y con la recomendación por escrito para dicha actividad.
Damos por hecho que el monitor de TaiChí, como profesional deportivo certificado, debe disponer de la formación adecuada para considerar o no la práctica de quien se interesa por las sesiones periódicas que realiza, como también confiamos en que su interés no es tan solo “inscribirte en sus filas” sino realizar una práctica de transmisión tan responsable como profesional.
¿Qué riesgos físicos puede aguardar la práctica del TaiChí?
Hasta aquí, puede parece que no es una práctica sencilla o no apta para todo el público, pero es importante ser algo más específico.
A diferencia de la práctica de otras actividades físicas específicas reguladas o federadas, el QiGong y sobre todo el TaiChí dispone de un amplio abanico de estilos, de acuerdo a su influencia geográfica o temporal en la gestación de estas disciplinas y que perdura hasta nuestros días. Es obvio que las exigencias, necesidades o adaptaciones no eran las mismas en distintas épocas ni latitudes, de la misma forma que los mineros o pescadores requerían distintas atenciones y la preparación física que necesitaba un ciudadano o un soldado imperial eran bien distintas.
Está claro que todo esto ha cambiado y adaptado a las necesidades occidentales, es por esto que no debe extrañarnos que un arte marcial interno milenario de esta basta evolución en el espacio y en el tiempo nos llegue con un gran abanico de posibilidades; tantas que deberemos agudizar mucho nuestro discernimiento sobre lo que es auténtico o pura invención.
Bueno o malo, humilde o pretencioso, el TaiChí Chuan requiere de una adecuada preparación física atendiendo a su estilo o intenciones. No por ello hemos de entrenar como atletas, pero debemos cultivar nuestro cuerpo y atenderlo de la forma más precisa y adecuada a nuestras posibilidades para reconocer nuestras posturas o cambios de peso en los desplazamientos. Será de gran interés prestar atención y ejercitar la flexibilidad, que nos permita una movilidad cómoda de la columna, caderas, rodillas o tobillos, siendo en especial los que soportan gran parte del peso en los giros.
Entre muchos otros aspectos, debemos estar muy atentos a la posición de nuestros pies, pues de ello dependerá que nuestro cuerpo no se incline indebidamente y por tanto realice una torsión incorrecta que afecte a nuestros ligamentos, entre otros.
La lentitud es además un arma de doble filo, ya que siendo imprescindible para tomar conciencia del camino o recorrido de nuestra parte central, en los períodos iniciales de instrucción es común estancarse, provocando un exceso tensional al realizar rutinas repetitivas de ciertos movimientos que podrían aumentar el riesgo de sobrecargas y producir lesiones innecesarias.
¿Existen riesgos psíquicos o emocionales en la práctica del TaiChí?
No podemos olvidar las precauciones que debemos adoptar ante quien pueda estar afectado por estados de ansiedad, tensión emocional o psíquica, al margen de su estado físico, algo muy común y que por regla general acostumbran a sentirse atraídos por el ambiente sosegado que envuelve a estas disciplinas.
Es indiscutible la capacidad benéficiosa de la práctica pero siempre debería ser de forma consensuada o monitorizada por un especialista médico o deportivo cualificado, evitando posibles alteraciones debidas al contraste en el cambio de ritmo de su estado emotivo.
La ambientación, actitud e inducción por parte de quienes regentamos estos centros puede confundir en ocasiones la percepción de la realidad y lo tangible, siendo esto base fundamental para la estabilidad de nuestras emociones.
¿Cómo escoger bien la práctica del TaiChí?
Todos tenemos afinidades por una u otra tendencia en la práctica de las disciplinas orientales, ya que probablemente descubramos en ellas sus diferentes y maravillosas cualidades en muy distintos ámbitos, bien sea en el terapéutico, místico, filosófico o marcial.
Estoy completamente convencido de que todos ellos tienen razón, pero ninguno la verdad absoluta. Todo TaiChí es terapéutico, taoísta, filosófico, místico, esotérico y marcial, y dependerá de la afinidad del profesor con cualquiera de estas características, eso sí el que mejor lo conozca será aquél que no menosprecie a ninguno de ellos, al margen de su afinidad personal.
Mi recomendación es que además de escuchar “las buenas vibras”, realices una indagación sobre el currículum del monitor. Si merece la pena no será complicado ya que la transparencia debe ser un condicionante totalmente imprescindible.
Por otro lado, nadie debería ser inscrito o admitido sin haber realizado una entrevista previa, útil en ambas direcciones y suficiente para indagar o comentar lo que ya he expuesto a lo largo del artículo. En la la sesión de prueba, (también necesaria), es tan importante detectar que existe un amplio conocimiento de la disciplina por parte del monitor como de la observación y atención hacia las posibles limitaciones que pueda reunir el participante.
Si existe una afectación física o emocional que se considere de interés especial, previo a la sesión de prueba deberemos acompañarnos del consejo de un experto sanitario que autorice o respalde la práctica. Además, incluir el consentimiento informado por parte del usuario debe ser un hábito normalizado en cualquier centro en el que se realice una actividad física, por adaptada o suave que aparente. Quién considere estos requisitos innecesarios es porque también consideraría inocua su práctica, ¿para qué realizarla entonces?