Respirar. Una guía para la transmisión
- enero 16, 2023
- Publicado por: Yùyán
- Categoría: Meditación NeiGong TaiChi Chuan
Como en la mayor parte de nuestros procesos fisiológicos o incluso en múltiples hábitos mecánicos, respirar es para la mayoría de nosotros algo tan imprescindible como inconsciente, ya que ocurre al mismo tiempo que nuestra mente ocupa su interés en otros pensamientos.
Cuando realizamos una práctica interna, como lo es el QiGong o el TaiChí, el principal objetivo en el entrenamiento es mantener la conciencia sobre todos los procesos involucrados y más allá de la reconducción postural me refiero a los pensamientos y a la respiración.
Cuando practicamos Artes internas hablamos de cultivar nuestra Energía Interna, la Esencia o Qi que se encuentra en todas partes: Todo tiene Qi, Todo está conectado y Todo está en continuo cambio. El denominado Cultivo del Qi lo podemos realizar de diversas formas, como por ejemplo practicando QiGong, y entre otras muchas también respirando de forma adecuada o con atención e intención ya que el Qi del exterior nos enriquece al inhalar el aire, siendo esto es una forma de conectar con nuestro entorno.
Inhalar vs Inspirar
Respirar es como vemos en nuestra práctica algo más que coger aire, ya que de lo que hablamos transciende lo material, lo tangible y por tanto de las partículas que se encuentran en suspensión permitiéndonos subsistir como especie biológica.
Esta Esencia es el Qi y dependerá de nuestra más clara, humilde y consciente intención para obtener el mejor de los beneficios, es decir, para cultivar nuestro Qi original, aquél del que disponemos desde el nacimiento.
Si es cierto que cuando respiramos de forma innata y sin la menor conciencia podríamos hacer referencia a los conceptos de inspiración o espiración de aire, al cogerlo o expulsarlo, en el trabajo de la Energía que conlleva la práctica de QiGong, la conciencia en la conexión con el Qi al respirar nos invita a utilizar los términos específicos de inhalación o exhalación, aludiendo a la Esencia que alberga nuestro entorno como si de un perfume se tratara.
¿Por la nariz o por la boca?
Partimos de la base que bajo los fundamentos básicos de la Medicina China todo nuestro cuerpo respira, no tan solo a través de la nariz o la boca sino también mediante la piel, las uñas, el pelo,… por lo que en nuestras prácticas meditativas, bien estáticas o dinámicas, procuramos utilizar el conducto de la nariz, es decir la respiración nasal y sintiendo este proceso respiratorio por todo nuestro cuerpo y reaccionando así con ello.
Es tan solo en ocasiones específicas, como ocurre en algunos ejercicios establecidos de QiGong, por ejemplo en la Joya nº8 o Siete Saltos del Ba Duan Jin o en la práctica del Liu Zi Jué o Sonidos Curativos entre otros, donde exhalamos expulsando el aire por la boca, con el fin de desarrollar una frecuencia o vibración en el momento de la exhalación. Esto también ocurre en acciones determinadas del TaiJi Quan en las que proyectamos el Qi mediante la denominada Energía Explosiva o Fa Jin.
Cabe destacar que mientras realizamos una práctica meditativa en la que respiramos por la nariz, nuestra boca, a modo de relajación y mantenimiento del control sobre la atención y conciencia de esta práctica, deberá permanecer ligeramente entreabierta, como decía mi Maestro Zhang Xiumu como si sujetáramos un granito de arroz, pero evitando utilizarla para inhalar o exhalar durante la práctica.
Armonía con el movimiento
La eterna pregunta de todo practicante, (¡en conflicto cuando ha practicado anteriormente en Escuelas con indicaciones distintas!) es cómo armonizar la respiración con los movimientos, es decir, si por ejemplo debe inhalar al extender los brazos y exhalar al recogerlos o viceversa.
Si bien es cierto que pueden haber tantas respuestas como profesores, siempre y que sean razonables o consecuentes con el tipo de práctica que se esté llevando a cabo, quiero en este punto facilitar los principios bajo los que se mueve nuestra Escuela al respecto, no siendo por ello los mejores ni los únicos que deben adoptarse, ya que dependerá del objetivo de cada práctica.
Cuenta una leyenda taoísta sobre la Creación, que tras WuJi en el principio, el Dios Yang inhaló y la Diosa Yin relajando el Universo exhaló, y así de forma ininterrumpida…
Inhalar es por tanto una acción Yang, siendo además la primera parte del proceso de respiración que realizamos al nacer. Por otro lado la acción Yin de exhalar es lo último tras dejar la Vida en la Tierra.
Asociando así la inhalación a la acción de la manifestación energética, en una práctica específica de QiGong como por ejemplo la expansión de una Esfera, –Elemento Madera-, sincronizaremos el movimiento de expansión con la inhalación, exhalando en el movimiento de retorno y que no confundiremos con la concentración de la Esfera.
Una práctica distinta sería la de concentración de la Esfera, –Elemento Metal-, donde deberemos inhalar al realizar el movimiento de acercamiento de las manos, de forma inversa a la práctica anterior. De esta forma, el entreno en nuestra práctica consciente procura asociar la acción Yang de la inhalación al movimiento que apunta la manifestación energética en cuestión.
La alegoría del Viento
En nuestras práctica taoístas encontramos una poderosa alegoría en el Trigrama Xun, que preside el Suroeste del BaGua denominado del Cielo Primitivo. En la Naturaleza, Xun es el viento que dispersa las nubes acumuladas, dejando el cielo claro y sereno.
De la misma forma que en la metáfora de las enseñanzas de la meditación, nuestro cuerpo actúa con la quietud de la Montaña y el Viento de la cima como nuestra respiración que con su penetrante persistencia aleja a las nubes dando claridad a nuestros alocados pensamientos.
La penetración de Xun no se debe ejercer nunca por medios violentos sino por una influencia gradual o ininterrumpida. Xun es suave pero constante y perseverante, alcanzando su meta con paciencia sin importarle lo que tarde. Esto es la raíz del Poder, en equilibrio con la intención el movimiento del Trigrama Gen, – la Montaña –, o la alegoría en esta práctica a nuestro cuerpo.
Respirar TaiJi
Pero, ¿tan difícil es todo? Esta es la segunda pregunta más realizada al realizar este y otros numerosos trabajos de asociación de la respiración con el movimiento de cada secuencia. Por suerte la respuesta es mucho más simple.
Cuando conseguimos ser buenos practicantes de QiGong o de TaiChí no es necesario mucho de lo expuesto y todo es mucho más fluido y natural, pero atendamos al adjetivo utilizado: buenos practicantes. Con esto quiero decir que antes de conseguir un movimiento en armonía y establecer una conexión entre nuestro cuerpo y mente mediante este poderosísimo vehículo de transmisión que es la respiración, deberemos practicar.
Practicar es disciplinar a nuestra conciencia bajo un trabajo constante y sincero mediante las herramientas que nos ofrece el método propuesto por tu/nuestra Escuela, y entre tantos uno de ellos es atender a nuestra respiración, acomodarla a patrones de relación con nuestros pensamientos o nuestras visualizaciones.
Podrás contar respiraciones en forma de Budas, o retenerlas a la altura de nuestros focos de energía más internos, pero si perseveras, acompañado de una sonrisa finalmente solamente deberás respirar de forma consciente, que no es poco.