Si habías oído hablar de Reiki probablemente haya sido en círculos cercanos a las terapias alternativas o complementarias; pero no con esto me aproximo todavía a lo que considero su significado… En el peor de los casos una importante cantidad de sabedores ni siquiera tengan afinidad con estos sectores sino que simplemente se encuentran relacionados con el delicado y a veces espinoso mundo de las artes adivinatorias, habiendo encontrado en este sistema un modus vivendi tan cómodo como atractivo de una enorme y vulnerable demanda, al acecho de una cantidad cada vez mayor de personas con la necesidad de creer en algo que les aporte el confort que el sistema ordinario no les proporciona. Hasta este punto podría haber removido ya la conciencia de un buen número de lectores, pero no es a estos a quienes me interesa llegar sino a los que se encuentran en el camino de la búsqueda y el discernimiento.
Antes de proseguir he de hacer constar con total sinceridad, que doy fe de practicantes de la interpretación oracular que merecen todo mi respeto, puesto que reconozco en ellos el vasto estudio de estas y otras mancias por atenderlas bajo los auspicios de su fuente original y lejos de una insana ambición. No es de ellos de quien aquí trataba …y desde su propia honestidad y conciencia no se sentirán aludidos.
Mi acercamiento al Reiki no fue casual, siendo debido a un intercambio de conocimientos donde tuve oportunidad de conocer inicialmente el Nivel Shoden, cuyo significado es Principiante, al tratarse de un primer contacto que propone el conocimiento de los conceptos fundamentales y procurando vivenciar este Sistema desde la autobservación. Este acercamiento servirá, a mi entender, para abrir o Despertar el sentido y determinación que nos aliente a proseguir por este camino, que no el único.
Reconozco que tras este inicial contacto y hasta experimentar el último Nivel –Shinpiden– pasó un largo tiempo que dediqué, como es habitual, a indagar sobre los orígenes y avatares derivados del Sistema Reiki, reconociendo en muchos de sus fundamentos una singular afinidad con diversas prácticas relacionadas con las energías vibracionales que ya había conocido en estudios anteriores, como lo relacionado en la Medicina Tradicional China, el QiGong o el Feng Shui, la meditación taoísta y otras disciplinas tanto orientales como occidentales que buscan en la autobservación, la meditación y sus métodos el equilibrio corporal, mental y espiritual y por consiguiente, el bienestar general, …es decir, de alguna forma la auto-sanación a través del reconocimiento de nuestro interior y su relación con el exterior.
No todo fueron afinidades.
Al tiempo que transcurría por el aprendizaje de los distintos Niveles contrasté información en la que aprecié, por una parte el enriquecimiento que este Sistema aporta con sus sutiles variantes, pero por otra me inquietaba la inmensa oferta de métodos y cursos para la práctica inmediata de pseudo-tratamientos acompañados por lo que hoy provoca el mayor distanciamiento de los desconocedores de su verdadero significado: guías y milagros, talismanes acompañados de hadas o elfos … y por si fuera poco, denominaciones de origen del tipo Cuántico o Crístico !
Hasta aquí lo que no es.
Eres libre de creer en la constante de Planck o en el mismísimo cristo, pero como diría un señor de mi familia muy serio y sabio: “No me mezcles las churras con las merinas“, …y esto lo observamos cada vez más en disciplinas que existen ya desde la antigüedad y que ahora nos fusionan o traducen al inglés, atraídos por la demanda comercial; ocurre incluso con el Arte del Feng Shui – …para el Amor, para la Navidad… -, y al que considero necesario la dedicación de un post de forma exclusiva.
El Reiki no es una forma de energía. Ni siquiera es energía en el modo que un neófito podría considerarla. Es caer en la ignorancia creer que tras haber hecho un Curso de unas pocas horas podemos aplicarlo al día siguiente bajo el precepto “te curo con la energía Reiki“.
La energía Reiki no existe !!!
Decir que Reiki es un tipo de energía no es tan solo presuntuoso sino inadecuado e incierto. Reiki es un Sistema y de hecho, los maestros más cercanos al fundador nos recuerdan incesantemente que este Sistema fue re-descubierto por Mikao Usui (1865-1926), con lo que no se ha inventado nada. Usui hizo un extraordinario trabajo de recopilación de información, en especial de las raíces de la filosofía del Kundalini Yoga de la India, el QiGong taoísta chino y tibetano, el Budismo Mikkio y el Sintoísmo japonés. Aprendió tanto del TaiJi como de la Metafísica general y todo con el propósito de cultivar y armonizar la energía esencial y natural a la que mientras unos en Japón llaman Ki, otros la denominan Qi (Chi) o Prana en China o India, pero siempre tratándose de la misma energía vital, nunca una diferente o mejor.
Encontró en los escritos sobre su Sistema “re-descubierto” que “fue traído a la Tierra por dioses que tenían muchos brazos”, como el representado en Shiva.
Este Sistema ya fue utilizando desde hace miles de años, cuando la ambición todavía no había separado a los hombres sabios de la comunión con la Naturaleza y compartían entre sí sus conocimientos y capacidad para comunicarse con ella. Casi con certeza la combinación de cambios climáticos y catástrofes provocadas por el incansable ego del Hombre procuraron que este Sistema de conexión con la energía esencial, entre otras muchas cualidades humanas, se perdiera de forma global, quedando en manos de círculos minoritarios u ocultos en monasterios, donde se transmitía de maestro a discípulo. El papel de Usui fue, sencilla pero magistralmente, de recopilador y transmisor.
Símbolos e iniciaciones ?
El símbolo como representación sensorial nos habla de una forma introspectiva, llegando allí donde las palabras en la transmisión de una idea no llegan. Despertando en el interior el concepto de la forma más pura, la simbología en el Sistema Reiki procura la estimulación emocional de diferentes estados de percepción que nos dan claridad o apertura a lo que buscamos o deseamos. Aunque salvando las distancias, un ejemplo sería como aquello que de pronto nos viene a la mente, de aquella aparente lucidez que lejos de ser mágica viene dada por el estímulo de una imagen externa, a veces inapreciable, que nuestro cerebro ha asociado perfectamente y de forma sincronizada a lo que necesitábamos.
Mucho de los practicantes de Reiki no utilizan la simbología y de alguna forma no debería ser necesaria, puesto que no deja de ser una herramienta o recurso para realzar estos estímulos de forma externa y que a lo largo de una adecuada práctica podríamos prescindir. Una herramienta en su significado ordinario nos será útil en el plano físico, pero si realmente creemos que estamos trabajando con Energía es interesante confiar, una vez ayudados por los símbolos, más en nuestras cualidades.
Muchos todavía creen al pié de la letra la bucólica leyenda donde se explica que “el vigésimo primer día del ayuno de Usui en Monte Kurama una luz brillante penetró a través del centro de su frente. Primero vio los colores del arco iris, a continuación una luz brillante. Luego aparecieron los símbolos en oro.” Gracias a él la comercialización en occidente se ha facilitado, quedando atrás un papel quizás no tan mágico.
Respecto a los procesos iniciáticos o sintonizaciones podría dedicar un amplio capítulo, pero lejos de la ritualística esotérica ,-por sernos desconocida-, y atendiendo a lo que aquí nos afecta, el Sistema Reiki de cultivo natural de energía re-descubierto por Usui nos ofrece el conocimiento de esta armonización interna natural mediante un método estructurado, a través de unos pasos jerarquizados por niveles que agrupan diferentes enfoques de este Sistema. La interiorización en cada Nivel y la predisposición sintomática queda establecida tras un estratégico ritual que procura, como ocurre en otros tipos de iniciaciones ancestrales, depositar o plasmar aquella idea o mensaje mediante símbolos o estímulos en el iniciado y que tras la experiencia práctica posterior reconocerá, al resurgir desde el interior. Gracias a ello hará propia la vivencia al aprender desde adentro.
Imposición de manos ?
De la misma forma que en las prácticas iniciales podemos ayudarnos de estímulos como la simbología anteriormente mencionada -y de la que posteriormente podríamos ir siendo capaces de prescindir-, no debemos olvidar que hoy y aquí somos materia y por tanto uno de nuestros mayores estímulos es el contacto. Sí, hemos leído bien: contacto. Tras el golpe en la rodilla de un hijo, qué madre no realzaría el poder curativo del amor transmitido en su “imposición de manos”, mucho más allá del mero contacto físico. Este contacto, mientras seamos de carne y hueso puede ayudarnos enormemente al inicio de las prácticas, así como en nuestra evolución nos deberíamos distanciar de los estímulos externos de la misma forma podremos hacerlo del contacto físico.
Otro claro ejemplo lo encontramos -posiblemente igual que hiciera Usui- en el Auto-masaje Taoísta, al cual dedicamos un capítulo completo en el Curso de Monitor de TaiJi y QiGong. Este método utiliza el conocimiento de los puntos energéticos empleados en la acupuntura de la Medicina Tradicional China y los trabaja con movimientos y estímulos como el contacto, fricción o presión adecuada, eliminando los posibles bloqueos que existan en esas zonas energéticas mediante la vibración, frecuencia o emisión de la energía y a través del canal de la intención. El masaje o la imposición de manos consiste en realizar un contacto específico de las manos sobre la superficie corporal, en zonas determinadas o en puntos clave, bien sea puntos capitales, de unión …o chacras, recordemos que la energía y nuestros puntos de equilibrio no tienen una patente o denominación de origen y no le importa recorrer un meridiano o un nadir, es más importante reconocer el lugar al que pueda no llegar u obstaculizarse y porqué. Se trata de una de las terapias más antiguas de la humanidad, buscando prevenir, paliar o curar cualquier tipo de afección provocada por el exceso o carencia de una causa externa o interna.
Existen numerosas técnicas terapéuticas ancestrales y no solamente procedentes de Oriente, con el denominador común de la imposición de las manos similares en el Reiki o el Pranic hindú, como en la cheirourgia griega, los antiguos egipcios y sus energías catalizadoras o los antiguos gnósticos entre muchos otros. La imposición de manos ha supuesto algo más que una simple ritualística y de la misma forma que el poder sugerente de aquella madre aliviando el golpe tras la caída de su hijo, la imposición de manos ha prevalecido y estado latente y preferente a cualquier otra aplicación terapéutica, tanto de carácter físico como emotivo o espiritual a lo largo de todos los tiempos.
Entonces, que nos queda ?
Si nos desproveemos de la muleta de los amuletos, nos ahorramos algunos talismanes potenciadores y apartamos las estampitas o gurús, nos queda …nosotros mismos, desnudos, sin mochilas, sin dogmas y sin prejuicios. Si te parece poco y crees que no es suficiente es que desconoces tu propio y maravilloso potencial, y el Sistema de Reiki Natural es lo que te propone: que por ti mismo, como ya mencioné, descubras las herramientas que ya posees y el uso adecuado de estas para procurar un equilibrio corporal, emocional y espiritual, y por tanto el bienestar general. No es poco y como no me canso de repetir, no esperes éxitos sin trabajo, ni milagros sin esfuerzos.
Estos conocimientos deben ser, de la misma forma que hizo Usui, re-descubiertos por ti mismo y gracias al compendio metodológico utilizado por este Sistema, que reúne parte del misticismo ya comentado pero con el sentido común aplicado durante miles de años por culturas ancestrales que se beneficiaron de métodos que procuran el equilibrio interno y externo, como la meditación, la respiración y la autobservación de nuestras emociones, pudiendo ser reconducidas en beneficio de nuestra persona. Y si lo prefieres, aprendiendo a transmitirlo en beneficio de los demás. Esto es lo que ofrece el Curso de Reiki Usui Natural, sin pretensiones, sin ambiciones y sin mágicas injerencias externas.
Considero de interés el recordar aquí las enseñanzas que el abuelo de Yùyán le transmitió respecto al uso del Qi:
– Se trata de abrir tus puertas, ya que el equilibrio entre ambos depende, sencillamente, de tu más sincera intención. Más adelante, ya en nuestro destino, aprenderás a trabajar con el Qi y entenderás. Tu vitalidad aumentará y también tu lucidez mental. Potenciarás la intuición y la proyección de tu Qi curativo. Pero recuerda, –puntualizó–, que tu poder estriba en la canalización y buen uso de toda la Energía que seas capaz de transmitir, y que nunca nada ni nadie puede ir en contra de las Fuerzas y Leyes Universales; quiero decir con esto que si alguien debe enfermar o incluso morir aquí y de acuerdo al Plan de su propia evolución y aprendizaje, no podremos hacer nada por evitarlo, por mucha Energía que utilices y por muy buenas que sean tus intenciones. Yùyán. Una pequeña alegoría. Página 36. Capítulo III. Xìnrèn – Confianza
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Autor:Yùyán
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