Maestro vs Profesor
Quiero puntualizar, aunque debería ser obvio, que esta exposición versa en el marco de las Artes Marciales internas, por lo que el resto de disciplinas no deberían sentirse aludidas.
Para algunos el sobrenombre de Maestro va adosado a la obtención de una costosa titulación y para otros, además lleva implícito el padecimiento de una extensa y disciplinada práctica. Cuanto mayor conocimiento y experiencia mejor y si añadimos la capacidad para conseguir un gran número de seguidores creeremos disponer de todos los ingredientes para convertirnos en Maestros… ¡Pues nada más lejos!
Es la propia pretensión de llegar a ser Maestros la que más nos aleja de ello.
Por otro lado, la constancia, humildad y autocrítica nos permite realizar correcciones en nuestra evolución que, junto a la capacidad de comunicación y empatía nos procurará ser, como mucho y no es poco, un buen Profesor. Todos podemos llegar a ser buenos Profesores si nos lo proponemos!
A nuestra ambición por querer ser Maestros se le puede añadir el agravante de querer rodearnos de quienes creen necesitar a uno de ellos.
En las Escuelas de Artes Marciales internas podemos realizar estudios de forma gradual, permitiendo nuestra evolución por los conocimientos como mencionaba, con el fin de adquirir un buen nivel como Profesor. Estos controvertidos niveles pueden obtener diferentes denominaciones, bien por su color, nivel o haciendo mención a las capacidades adquiridas como Auxiliar, Monitor, Instructor… tal y como definimos en nuestra propia Escuela, pero la concesión del título de Maestro pocas veces no enaltece el ego de quien lo recibe, siendo además contradictorio a la propia praxis de la filosofía del TaiJi. La definición de Maestro en este ámbito ha de ser por tanto tan ambigua como simbólica.
El Maestro acepta el reconocimiento, pero no lo exhibe.
El Maestro aprueba el tratamiento, pero no lo exige.
El Maestro no lo es para todos, pero si para los que caminan con él.
Como decía, en ocasiones todos necesitamos de un Maestro, o de una guía, como la que podemos observar en las infinitas señales del Universo que nos rodean cada día, como la brisa, el calor o las sensaciones que provocan dulces estados que estimularán nuestras decisiones; también en las palabras de conocidos y desconocidos, o en escenas observadas a nuestro alrededor o en la lejanía de nuestro ámbito. De cualquier modo, siempre dependerá de nuestro equilibrio interno para escucharlas, interpretarlas y ejecutar lo adecuado, siempre dependerá de nosotros, de nuestro Sabio interior. En definitiva, tu eres tu propio Maestro.
Quiero recordar aquí un artículo anterior en que hablaba sobre un Maestro, reuniendo este todas las cualidades para definirlo como tal y que explico con detalle en el contenido.
En ocasiones, también el Maestro puede pasar inadvertido ante la subconsciente necesidad del alumno de un buen Profesor. Así, definir a tu Profesor de Artes Internas como tal o como Maestro, variará dependiendo de lo que en ti despierte su praxis y por sus capacidades en comunicarse con el Maestro que portas en tu propio interior.
Si quieres saber más sobre las definiciones y el vínculo que puede llegar a tener un alumno y Discípulos con el Maestro, no te pierdas el post: Desvelando la Ceremonia Bài Shī 拜師仪式.