I Ching | Yi Jing Hexagrama 41 – Sun
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Sun / La Disminución
Hay que sacrificar los sentimientos a que estamos apegados, como el deseo, el
afecto, la repulsión, la negación, el enajenamiento o la irritación, por el bien de todos.
Gèn representa la inmovilidad, Duì lo placentero. La disminución combinada con la veracidad…La disminución por lo general es una llamada a sacrificar todas las formas de darse importancia, como la vanidad o el engreimiento o incluso los sentimientos de la ira y los deseos de venganza, que se presentan cuando nos sentimos forzados en una situación aparentemente imposible. Tales situaciones nublan nuestra percepción y, aunque puedan estar justificadas, el abrigar tales sentimientos impide que alcancemos un punto de vista correcto.
La disminución también se refiere al momento en que reconocemos nuestra impotencia para lograr nuestros objetivos. El momento de la disminución es el momento de más importancia al inicio de algo, pues éste es el punto en que nos damos cuenta de nuestra pobreza y de nuestra posición indefensa. Reconocer nuestra falta de poder significa que percibimos la impotencia de nuestro ego.
Este reconocimiento desplaza a nuestro ego del mando de nuestra conciencia, si acaso, sólo momentáneamente. Durante el tiempo de la disminución podemos ver que necesitamos ayuda y tenemos la humildad para pedirla. Si todavía estamos buscando otra cosa distinta a la ayuda del Poder Supremo, nuestro ego está tratando de reasumir control.
La disminución también se refiere al afligimiento que sentimos cuando nos damos cuenta de que nuestro ego debe renunciar al mando de nuestra personalidad. El sentimiento es similar al que sentimos cuando tenemos que dejar de usar unas muletas que creíamos indispensables para poder caminar. Más aun, nuestro ego, al percibir que debe ser disminuido, reacciona alarmado, con ira y frustración. Si no se lo enfrentamos con resistencia firme en este momento, cuando está débil, repentinamente recobra fuerza, crea defensas y empieza a luchar para resistir el Destino. El disminuir el ego, al liberarnos de tales sentimientos, es “expresar los verdaderos sentimientos del corazón”. Al disminuir nuestro ego, transmitimos el mensaje correcto a otros, y el Poder Supremo es capaz de ayudarnos y protegernos.
Nuestro ego continuará al mando mientras busquemos entender, o mientras persigamos el reconocimiento de nuestro punto de vista o una forma de justificarnos. También continúa en el control si nos defendemos, hacemos pactos o nos volvemos duros de corazón por lo que pueda suceder. Al hacerlo, nos separamos, dudando de que lo Creativo venga en nuestra defensa. Aunque algunos puedan querer cambiar o relacionarse con nosotros de una mejor forma, se resisten porque sienten nuestra duda y nuestra actitud de defensa. Mientras nuestro ego pueda controlarnos, no somos de fiar. Aceptar que necesitamos ayuda, pedirla, es ganar la ayuda del Poder Supremo.
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