I Ching | Yì Jīng. Hexagrama 4 – Meng

4

Mêng 蒙 / La Inmadurez

Hexagrama 4 - Meng / La Inmadurez

En la quietud y la receptividad se teje la sabiduría,
pero en el exceso de inmovilidad yace la trampa de la insensatez.

i ching yuyan bambu

Dentro del misterioso laberinto del I Ching, emerge el Hexagrama 4, “Mêng” o “La Insensatez”. En esta compleja danza de símbolos, el Trigrama Kǎn, lo Receptivo, se encuentra bajo Gèn, la Inmovilidad. Juntos, nos transmiten una lección profunda sobre la necesidad de equilibrar la receptividad con la acción, y cómo la inmovilidad puede ser tanto una trampa como una oportunidad.

Hexagrama 4 - Cánticos del Yì Jīng de Zhāng Chóng Jí | Yùyán®

Kǎn, el Trigrama de lo Receptivo, es como el agua que fluye y se adapta a su entorno. Representa la capacidad de recibir, escuchar y adaptarse. En “Mêng”, Kǎn nos invita a considerar cómo abrazamos la receptividad en nuestras vidas. Nos recuerda que la apertura a nuevas experiencias y la voluntad de escuchar son esenciales para el crecimiento y la sabiduría. Sin embargo, también nos advierte sobre el peligro de volverse demasiado pasivos o conformes, perdiendo nuestra propia dirección en el proceso.

Gèn, el Trigrama de la Inmovilidad, es como la montaña que permanece firme y estable. Representa la quietud y la pausa, a menudo relacionadas con momentos de reflexión y contención. En “Mêng”, Gèn nos plantea la cuestión de cómo manejamos la inmovilidad en nuestras vidas. Nos muestra que aunque la pausa puede ser valiosa para la introspección y la recarga, también puede convertirse en una trampa si nos aferramos a ella en exceso, impidiendo nuestro progreso.

La conjunción de Kǎn y Gèn en “Mêng” nos habla de la interacción entre la receptividad y la inmovilidad en nuestra búsqueda de sabiduría y crecimiento. Aquí, la lección es clara: la receptividad nos nutre, pero la inmovilidad en exceso puede estancarnos. Este nos invita a encontrar un equilibrio entre estar abiertos a la sabiduría que fluye hacia nosotros y tomar la acción necesaria para avanzar. Nos desafía a reflexionar sobre cómo manejamos las situaciones de incertidumbre en nuestras vidas. A menudo, cuando enfrentamos desafíos desconocidos, tendemos a retirarnos o quedarnos atrapados en la inmovilidad. Sin embargo, este Hexagrama nos permite considerar una respuesta diferente. Nos recuerda que incluso en momentos de insensatez o incertidumbre, podemos encontrar la guía y la sabiduría necesarias para avanzar.

“Mêng” nos invita a abrazar tanto la receptividad como la acción como aspectos esenciales de nuestro camino. Nos muestra que la sabiduría y el crecimiento vienen cuando estamos dispuestos a escuchar y adaptarnos, pero también a tomar la acción necesaria para avanzar. A través de este Hexagrama, descubrimos la lección profunda de que el equilibrio entre la receptividad y la acción nos lleva hacia un camino de sabiduría y crecimiento.

El Hexagrama 4, “Mêng” o “La Insensatez”, nos enseña que la receptividad y la inmovilidad deben equilibrarse para alcanzar la sabiduría y el crecimiento. Nos invita a considerar cómo escuchamos y nos adaptamos, pero también cómo tomamos la acción necesaria para avanzar. “Mêng” nos desafía a reevaluar nuestra relación con la inmovilidad y a encontrar un camino que nos permita recibir la sabiduría que fluye y al mismo tiempo avanzar con determinación en nuestro viaje de vida. En esta danza cósmica entre la receptividad y la acción, encontramos una lección profunda sobre cómo encontrar el camino hacia la sabiduría y el crecimiento.

Cánticos del Yì Jīng de Zhāng Chóngjí © Todos los derechos reservados

i ching yuyan bambu


← Vuelve a la Tabla de Hexagramas