I Ching | Yì Jīng. Hexagrama 27 – Yí
27
Yí 頤 / La Nutrición
En el silencio de la semilla escondida,
la calma y la conmoción danzan en el tiempo y nutren el alma.
En el Hexagrama 27, Yí o “La Nutrición”, el Trigrama Zhèn, representando la Conmoción, se asienta bajo el Trigrama Gèn, que simboliza la Inmovilidad. Esta combinación de elementos crea una imagen poderosa que sugiere cómo la nutrición y el crecimiento pueden surgir de situaciones aparentemente inmóviles o difíciles.
Este Hexagrama nos habla de la importancia de la paciencia y la perseverancia en tiempos de adversidad. Al igual que una semilla que permanece bajo tierra, aparentemente inactiva, pero que lentamente se nutre y crece, “Yí” nos recuerda que, incluso en situaciones difíciles, hay un proceso de nutrición y crecimiento en marcha. La conmoción, representada por el Trigrama Zhèn, puede simbolizar desafíos, obstáculos o cambios inesperados en la vida.
Para enfrentar estas conmociones y permitir el proceso de nutrición, es fundamental mantener la calma y la paciencia. Al igual que un árbol que arraiga profundamente en el suelo, el crecimiento real y sostenible requiere una base sólida y la capacidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes. En este Hexagrama, la inmovilidad del Trigrama Gèn nos recuerda que, a veces, el progreso real proviene de encontrar la quietud dentro de nosotros mismos, lo que nos permite conectarnos con una fuente más profunda de nutrición y sabiduría.
“La Nutrición” en este contexto puede entenderse en un sentido amplio, no solo como alimento físico, sino como el alimento del alma y la mente. Durante los momentos de dificultad, es esencial cuidar de nuestra salud emocional y espiritual, permitiendo que las experiencias desafiantes nos fortalezcan en lugar de debilitarnos.
Debemos ser conscientes de cómo nos nutrimos a nosotros mismos y a otros, recordando que nuestras acciones y elecciones pueden tener un impacto profundo en el crecimiento y la evolución de la vida. En lugar de resistir la conmoción, se nos aconseja adaptarnos y utilizarla como un catalizador para la transformación y el progreso.
Vemos reflejado aquí la interconexión entre los opuestos, donde la conmoción y la inmovilidad se entrelazan para crear un equilibrio dinámico. A través de esta danza entre lo activo y lo pasivo, lo desafiante y lo tranquilo, encontramos el camino hacia la nutrición y el florecimiento en todas las áreas de la vida.
Cánticos del Yì Jīng de Zhāng Chóngjí © Todos los derechos reservados
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