I Ching | Yi Jing. Hexagrama 14 – Ta Yu

易經

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Ta Yu / La Posesión en Gran Medida

Hexagrama 14 - Ta Yu / La Posesión en Gran Medida

Ahora entiendes.

Qián, Lo creativo y Lí, Lo adherente. La Posesión en Gran Medida habla del dominio de uno mismo y de la independencia que hemos adquirido a través de la búsqueda del camino correcto, perseverante y sinceramente. En este estado, inconscientemente, manifestamos el Poder Supremo.

La Posesión en Gran Medida también se refiere a alguna mejoría en nuestra actitud o en nuestras circunstancias. La independencia interior es una posesión que hemos adquirido al habernos superado la autocompasión; el camino correcto es una posesión adquirida al volver luego de hacer lo equivocado; el sentimiento de valor propio es una posesión adquirida a través de la disciplina y el desarrollo personal. Otras posesiones incluyen la liberación de los problemas de dinero y el volver a reunirse con alguien de quien habíamos estado alejados.

Este hexagrama afirma, inequívocamente, que si realmente poseemos algo es el progreso ganado trabajando duramente, puesto que no se puede perder, a pesar de los reveses temporales.

Las rupturas en las relaciones, nos proporcionan ocasiones para mejorar nuestras actitudes y para aprender lecciones Cósmicas. Algunas veces la situación es parecida a la de haber perdido una tarjeta de crédito. No podemos saber cuándo nos la devolverán, pero este hexagrama nos asegura que el reanudar la relación no sólo depende de nuestro crédito de méritos, sino, también, del crédito del otro; en cualquier caso, la relación se restaurará cuando llegue la hora.

El fuego en el Cielo brilla lo lejos…describe el efecto que tenemos sobre los demás, que proviene de haber alcanzado la claridad de la mente, el desprendimiento y la fortaleza interna llamada en el I Ching “posesión en gran medida”. Este efecto no es algo que podamos crear intencionadamente o con esfuerzo; se presenta cuando estamos en armonía con el Cosmos.

Uno de nuestros objetivos espirituales primordiales es el de mantener la “gran posesión”, o la armonía con lo Creativo. Tal armonía existe sólo mientras servimos conscientemente lo verdadero y lo bueno en nuestros pensamientos más profundos. Aunque quizás nuestros principios requieran apartarnos de los otros y andar solos, mantendremos la mente abierta, en relación a ellos. Al reconocer lo que es incorrecto, no intentamos justificarlo o ignorar sus actos equivocados; no obstante, de todas formas, mantenemos una opinión moderada y justa de ellos. No los ejecutamos mentalmente ni los mantenemos en una prisión mental para siempre. En la presencia del mal tenemos cuidado de no infectarnos con lo inferior; nos retiramos y mantenemos nuestros principios sin caer en la enajenación o la venganza.

La posesión en gran medida significa que un poder acompaña a nuestro sentido profundo de la verdad de las situaciones. Reconocer que existe un mal conlleva el impacto total del castigo mencionado en La Mordedura Tajante, hexagrama 21, y el mal de impresionar mencionado en El Andariego, hexagrama 56. Es importante, a la luz de este poder, que nos aseguremos de mantener nuestros pensamientos moderados y justos, porque si ellos se contagian de la ira, los sentimientos de venganza o la enajenación, abusamos del poder, creando más obstáculos, reveses e injusticias. El poder del bien está conectado inseparablemente a una opinión moderada y a una actitud modesta.

La obtención de la posesión en gran medida es el resultado de un esfuerzo concienzudo y continuo. A través de este esfuerzo llegamos a encontrar lo Creativo a mitad de camino, y así invocamos su ayuda. Al poner un cien por cien de esfuerzo para minar nuestro ego, formamos una alianza con lo Creativo.

Una vez se forma esta alianza debemos tener cuidado de no abusar del poder generado. El peligro es que al poseer la libertad interna, lleguemos a ser demasiado fríos; y al ser desprendidos, demasiado duros; teniendo fortaleza interna podemos llegar a pensar que tenemos el derecho a los sentimientos del desdén y de la enajenación. Al poseer el sentido de la verdad de las cosas, podemos interferir para enderezarlas. Al conseguir éxito podemos pensar que lo hicimos todo por nosotros mismos. Precisamente al límite de la posesión en gran medida (llegamos a un estado de la mente del cual no somos casi conscientes), nuestro ego busca proclamar su victoria. No debemos olvidar que nuestro éxito es realmente un regalo del Poder Supremo.

Mientras estamos en un estado de “posesión”, si sacrificamos nuestro derecho a la ira justificada y renunciamos a cualquier sentimiento de autocompasión al mismo tiempo que el derecho de defender nuestro punto de vista cuando es desafiado, lograremos mantenernos modestos, y por lo tanto honraremos a nuestro maestro y guía, el Sabio.

Otra tentación que encontramos una vez que empezamos a sentirnos seguros, es buscar la justificación para nuestros puntos de vista y el reconocimiento de nuestra forma de vida. Lo cual constituye una vuelta a la dependencia para con los demás y una pérdida de la independencia que lleva a la posesión en gran medida. A través de alcanzar la independencia interior, nuestra forma de vida consigue poder y inconscientemente influenciamos a los demás.

Entonces, si buscamos mantener esta influencia, una vez más perdemos nuestra independencia interior. Si resistimos la tentación de ser dependientes del efecto que estamos o no estamos produciendo sobre los demás, mantendremos nuestra independencia interior y el poder inconsciente asociado a él.


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